domingo, 9 de marzo de 2014

Joseph Pérez: "Cisneros superó a Richelieu"



El cardenal Cisneros quizá no ha tenido entre nosotros el reconocimiento que merece. Para el historiador Joseph Pérez, quien acaba de publicar Cisneros, el cardenal de España (Taurus), “los españoles del siglo XVI y XVII consideraban que el estadista por antonomasia era Fernando el Católico, y, según dicen, Felipe II lo admiraba tanto que, cuando pasaba ante su retrato, se descubría y decía: 'A éste se lo debemos todo'. Sin embargo, los franceses sitúan a Cisneros no ya por encima de Don Fernando, sino del cardenal Richelieu. Yo veo a Cisneros como el gran estadista de la época. ¿Qué quisieron hacer Richelieu, Luis XIV y después los jacobinos? Situar al Estado por encima de los partidos nobiliarios, abatir la soberbia de los grandes, gobernar para el bien común. Y esto lo hace Cisneros entre los siglos XV y XVI, manteniendo el orden y la justicia en el Reino, sin considerar, como hacían los Austria, el Trono como un patrimonio personal dinástico. Es paradójico que el historiador e hispanista Pierre Vilar, cuando era estalinista, llegara a decir que el cardenal era un verdadero… ¡progresista!”.


El historiador Joseph Pérez durante la entrevista         Ernesto Agudo (ABC)

Cisneros llega a la política muy mayor, pasados los cincuenta años, después de una gran “conversión”.

Este sacerdote ducho en Leyes, que antes había dado muestras de habilidad para enriquecerse y aprovecharse, hubiera podido tenerlo todo en el obispado de Sigüenza, donde obtenía grandes beneficios… pero, de la noche a la mañana, renuncia al mundo y se convierte en franciscano y no conventual, sino de observancia. Luego no tiene más remedio que entrar en política, a pesar suyo, cuando le nombran arzobispo de Toledo tras la muerte del cardenal Mendoza. Y lo hace con un sentido muy fuerte de lo que debe ser un político. Por encima de todo: la res publica.

Y además, muy competente en otros terrenos, como la economía y la fiscalidad.

Introduce los encabezamientos, que era una cantidad determinada que se pactaba con los municipios. Era una forma más equitativa de fiscalidad que otros impuestos de la época y evitaba los abusos de los recaudadores. Luchó contra la corrupción y se preocupaba por el abastecimiento y por el campo. Así, recomienda al alcalaíno Gabriel Alonso de Herrera que escriba su Libro de Agricultura que es de la labrança y criança, y de muchas otras particularidades y provechos del campo, obra que primero se publicó con otro título en Alcalá (1512) y un año después en Valladolid; era un tratado escrito para ayudar a los campesinos y que se va a difundir hasta el siglo XIX. De agricultura, no sólo de la Mesta y el pastoreo, como fomentaron los Reyes Católicos, pues hasta Cisneros sólo importaba la exportación de la lana a Flandes a muy bajo precio, donde se manufacturaba y luego había que comprarles los tejidos, ahora, ya muy caros. Él dice: “¡Ojo con esto!”. Cisneros hace lo contrario del liberalismo, funda el intervencionismo del Estado para el bien de la Nación.

"Cisneros desembarcando en Orán", Juan de Borgoña
También aconseja a Fernando el Católico que cree un ejército regular.

En efecto, le recomienda que forme un cuerpo de ejército reducido pero potente al solo servicio del Rey. Eso fue lo que se llamó la Gente de Ordenanza. Y era un buen guerrero. Ahí está la expedición de Orán.

Incluso Madrid puede deberle la capitalidad de España.

-Primero aconseja al Rey Católico que no se quede en Castilla la Vieja, que es tierra de nobles y señoríos y que se vaya a Toledo. Y sí, por esa razón, además tenía el presentimiento de que la capital del Reino debía de ser Madrid, cosa que luego hará Felipe II.

En cuanto a la parte religiosa, su relevancia no es menor que como estadista.

Biblia Políglota Complutense

Él es el heredero espiritual de Ramón Llull y de Savoranola, aunque no es un escritor, como el primero, ni un predicador, como el segundo. Para ellos, los estudios de las lenguas clásicas eran una propedéutica para profundizar en el conocimiento de la Biblia. Todo esto lo hace Cisneros en Alcalá, universidad que funda para educar al clero y en la que realizará uno de sus más queridos proyectos: la Biblia Políglota Complutense, edición crítica de la Biblia de los 70 (griego) y de la Vulgata (latín) a la luz del caldeo, el hebreo y el arameo, aunque siempre sea respetuosa con el canon que ellas representan: la 'versión oficial' de la Iglesia Católica Romana. No era un humanista, aunque protege a Nebrija. Llull quiso fundar en Mallorca una biblioteca y una escuela;  Savoranola transformó la biblioteca de los Médici en un centro de estudios en el Monasterio de San Marco de Florencia, allá por 1495. Todo esto lo hace Cisneros en Alcalá. Cuando renuncia a todo en 1492, rechaza todos los estudios mundanos y el Derecho (de hecho, el no quería que en Alcalá se enseñaran ni Leyes ni Medicina). Él abraza la espiritualidad, lo que se va a llamar la “contemplación”, que tiene aspectos ortodoxos: el recogimiento, la mística; y otros, sospechosos: las beatas, los dejados, los alumbrados, etc.

Otro rasgo de gran modernidad: tampoco era un fanático.

Cisneros inquisidor general nunca hubiera firmado el decreto de 1525 contra los alumbrados y hubiera sido benévolo con los seguidores de Erasmo. Y recomienda los libros espirituales y de visionarios para uso vulgar del pueblo, libros que luego el inquisidor Valdés pondrá en el Índice, en tiempos de Felipe II. De hecho, tras su muerte, ser complutense era indicio de erasmista cuando no de luterano, porque así lo fueron algunos de sus amigos y colaboradores. De haber vivido diez años más, muchas cosas hubieran sido distintas en España. Quizá no habría habido Comunidades ni levantamiento comunero. Juan Bravo lo admiraba. Y es que los políticos incompetentes y corruptos que él echó se fueron a la Corte de Flandes y volvieron con Don Carlos. Tal vez se hubieran producido disturbios, pero el cardenal habría reaccionado con su peculiar modo de hacer las cosas, con mucha firmeza pero con persuasión. El joven Rey, por su parte, no habría tenido que recurrir al cardenal Adriano de Utrecht, futuro papa Adriano VI y un extranjero, como gobernador de España cuando viajó a coronarse emperador,  porque ya tenía un estadista experimentado y muy competente en España: Cisneros. 

Hay quien dice que ciertos problemas territoriales pueden llevarnos a la España del siglo XV.

Hombre no, aquella era una España muy distinta, que estaba desgarrada y en guerra civil, aunque tenía grandes posibilidades económicas. Hoy ¿qué tenemos? El problema catalán, o el vasco, que hay que tratar con mucho cuidado. Yo creo que los catalanes se están exaltando mucho. Los nacionalismos de finales del siglo XIX y principios del XX en el Imperio Austro-húngaro se sentían discriminados y tenían motivos legítimos para ello. Yo no entiendo por qué Cataluña puede sentirse hoy discriminada. Nunca ha tenido tanta autonomía como ahora. En cuanto a la cuestión fiscal, el jacobino que hay en mí dice que el que paga es el contribuyente y no los territorios. 

Apunte biográfico

"Estos son mis poderes"                                  Víctor Manzano y Mejorada

Algunos misterios rodean la vida y la muerte del cardenal de España. No se sabe cuándo nació Gonzalo Ximénez de Cisneros. Pudo ser allá por 1436 en Torrelaguna. Tampoco se sabe cuándo se ordenó sacerdote, pero sí la fecha en que abrazó la observancia franciscana y cambió su nombre por Francisco: 1484. Isabel la Católica lo toma como confesor en 1492. Tres años más tarde, el papa lo nombra  arzobispo de Toledo; y en 1507, inquisidor general de Castilla, concediéndole el capelo cardenalicio. Funda la Universidad de Alcalá, impulsa la Biblia Políglota y pudo haber sucedido al papa Julio II. Como guerrero, toma para España el puerto de Orán.  A la muerte de Doña Isabel, asume la regencia de Castilla entre 1506 y 1507. Cuando fallece Don Fernando, vuelve a asumirla entre 1516 y 1517, estando el futuro emperador Don Carlos, a quien nunca conocerá, en Flandes. Nunca se sabrá la causa de su muerte en 1517.